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jueves, 10 de abril de 2014

Ensayo el caballero de la armadura oxidada

Introducción

“El caballero de la armadura oxidada”, es un libro de superación personal. Este libro tiene un poco de fantasía pero a la vez trata de hacernos comprender la manera de comportarnos, de que enfrentemos a nuestros temores y de que disfrutemos de nosotros mismos y de nuestro entorno. Son cuentos con moraleja como el de la liebre y la tortuga, como los que nos leían de pequeños, pero orientados a adultos.

La 
historia gira en torno a un caballero medieval bueno, generoso y amoroso, que dedicaba su vida a luchar en cruzadas, matar dragones y rescatar damiselas.

El caballero se enfocaba demasiado en las batallas, hasta que se va olvidando de su esposa y de su hijo, pero sin embargo, él sigue pensando que es una buena persona, y desde mi punto de vista está equivocado.

También pensaba que lo sabía todo, hasta que un día se da cuenta que no es así, y de eso trata básicamente el libro, de una armadura que nos impide ver más allá de lo que son en realidad las cosas y que nos impide ser felices.
Desarrollo

El libro cuenta una historia que sucedió mucho tiempo atrás, de un caballero que era bueno, generoso, amoroso, le gustaba ayudar a los demás, luchaba contra dragones y rescataba damiselas. Era muy famoso por su armadura, brillaba como el sol. Pero a pesar de su brillo, la armadura no lo dejaba ver la realidad de las cosas que estaban sucediendo.

El caballero tenía una esposa llamada Julieta a la cual amaba, pero con tantas batallas, descuidó a su mujer, además tenía un hijo llamado Cristóbal, al que también hizo a un lado. El hijo terminó desconociendo a su papá, además de que siempre usaba la armadura y no se la quería quitar y esto le molestaba mucho a sus seres queridos.

Un día su esposa Julieta le dijo que se quitara la armadura y dejara de ir a las batallas para que pusiera más atención a su familia y si no mejor se marchara de ellos para siempre. El caballero pensó bastante en lo que le dijo su esposa y trató de quitarse la armadura, pero no pudo, fue con un herrero pero tampoco se la pudo quitar. El caballero estaba tan feliz con su armadura que jamás pensó en que algún día tuviera que quitársela. Al no tener éxito, decidió irse a buscar a alguien que le pudiera quitar la armadura y el bufón del Rey le dijo que el mago Merlín se la podía quitar.

El caballero se fue en su caballo a buscar al mago, pero no lo encontró durante mucho tiempo. Un día estaba muy cansado y se le apareció el mago Merlín, le dio de comer para que recuperara sus fuerzas. Varios animales le dieron consejos y una paloma le hizo llegar una nota a su hijo para ver si el caballero era en verdad su padre.

Después de unos días la paloma regresó con una nota y al leerla el caballero comenzó a llorar. La nota no decía nada, ya que como lo había mencionado anteriormente, su propio hijo ya desconocía a su padre.

Al día siguiente Merlín le dijo al caballero que se tenía que ir con su familia, pero el caballero no podía volver a su casa ya que aún tenía la armadura puesta.

Entendió que debía quitarse la armadura por sí mismo. Merlín le explico que podía seguir dos caminos, uno como el que había seguido hasta ahora, u otro más complicado con el cual conseguiría quitarse la armadura. Debía seguir sin su espada y sin su caballo únicamente con la compañía de la ardilla y la paloma; le explicó que su camino hacia el final de la empinada cima de la montaña encontraría tres castillos; el de la soledad, del conocimiento y el de la osadía.

Se puso en marcha y a la mañana siguiente comprobó que se le había caído una parte de la visera, la ardilla le explico que las lágrimas que derramo por su hijo había oxidado la armadura; el dolor que sintió fue tan profundo que la armadura no pudo protegerlo.

Esto le dio fuerzas y continúo su camino. Después de caminar un tiempo se encontró con el primer castillo, allí impresionado vio al rey y este le explico que la única salida debía sacarla de su interior. El rey se marchó y el caballero estando allí en una soledad tan profunda se dio cuenta de la soledad que había sentido su mujer durante mucho tiempo, comenzó a llorar y a preguntarse una y otra vez porque cada vez eran más pequeñas la habitaciones una voz respondió a su pregunta y se identificó con su “yo verdadero”.

Poco a poco se le fueron cerrando los ojos y cuando despertó se encontró fuera, al otro lado del castillo. Entusiasmado vio que le faltaba yelmo debido a que volvió a llorar dentro del castillo; la armadura se oxido ya que el tiempo pasaba muy deprisa aunque el apenas de daba cuenta. Después se dirigió al segundo castillo, en este si podía entrar con sus compañeras de viaje. El castillo estaba a oscuras y a medida que iba descifrando las inscripciones había más claridad, poco a poco el caballero se daba cuenta de todo el tiempo que había perdido encerrado en esa armadura y que había necesitado más a las personas de lo que las había amado.

Allí vio su verdadera imagen en un espejo, comprendió que él era bueno, generoso y que no tenía que demostrárselo a nadie. Comprendió que la ambición es positiva si es pura de corazón cuando con ella no se tiene que probar nada ni superar a nadie, sino cuando se puede ayudar a los demás.

Y sus lágrimas de nuevo consiguieron oxidar la parte de la armadura que cubría sus brazos y sus piernas. Ya por fin llegaron al último castillo. Al intentar atravesar el puente se toparon con un gran dragón que desprendía grandes llamaradas. El caballero no sabía qué hacer sin su espada, intento llamar una y otra vez a Merlín, pero este no acudió a su llamada. El dragón se defendió como el “dragón del miedo y de la duda”.

La ardilla explicó al caballero que la única forma de vencer al dragón era con el conocimiento y que si de verdad pensaba que el dragón no era real conseguiría destruirlo. Después de un momento de reflexión el caballero se armó de valor y consiguió hacer frente al dragón, el cual se fue haciendo cada vez más y más pequeño hasta que desapareció; y con el también desapareció el castillo.
Al llegar a la cima de la montaña había una inscripción que el caballero no pudo descifrar, fue entonces cuando comprendió que lo que quería era soltarse y dejarse llevar por lo desconocido.
De repente, cayó sobre la cima de la montaña y comprendió la que la caía había dejado atrás todo aquello por lo cual no podía ser feliz.

De nuevo volvió a llorar y la armadura terminó oxidándose por completo, al fin pudo quitarse la armadura y un nuevo brillo vino de hacia adentro de la armadura, era el brillo de él mismo.
Conclusión

Se me hizo un libro muy interesante ya que el caballero al fin logró quitarse la armadura que le impedía sentirse completamente auto realizado, pienso que el ser feliz depende de cada uno de nosotros, si te decides a ser feliz lo serás.
A muchas personas les pasa que no se sienten bien con lo que son, para poder ayudar a los demás primero debes empezar por ti mismo, al aceptarte tú como eres, con tus defectos, tus virtudes, al lograr amarte a ti mismo, entonces vas a poder amar a los demás de una forma plena.

Si hay una barrera que nos impida la felicidad, debemos luchar contra esta y vencerla, si nos caemos levantarnos, no debemos dejar nuestros sueños en eso, sueños debemos luchar por alcanzarlos y que sean realidades.

Para que tú puedas dar amor y recibirlo, primero debes quererte a ti mismo, cuando te amas a ti mismo, puedes amar a las demás personas y este amor es único ya que tú das todo lo que tienes sin pedir nada a cambio.

Además debes pensar por ti mismo y no dejarte llevar por lo que los demás digan, sólo así vas a ser feliz. Nunca vas a quedar bien con nadie, siempre va a haber una persona que trate de impedirte ser feliz, pero tú debes ignorarlo y seguir buscando siempre tu felicidad.

Pero en especial yo creo que si alguien te ama, estará contigo en las buenas y en las malas no sólo en las buenas, y te apoyara sin pedirte nada a cambio, eso es el amor incondicional, dar sin recibir.

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